El Mercurio
18 de Julio de 2003

Ley admite matrimonio homosexual

Proyecto propone modificar la actual definición de “unión legal entre un hombre y una mujer” por “unión legal entre dos personas”.
By Jen Ross

OTTAWA.- El gobierno presentó ayer su proyecto de ley para reconocer los matrimonios del mismo sexo y fue más allá de lo previsto al usar la palabra “matrimonio” en vez de “unión civil”.

El 10 de junio, la Corte de Apelaciones de Ontario estableció que la definición actual de matrimonio - unión legal entre una mujer y un hombre- contradecía la Constitución canadiense. Esta decisión desembocó en el actual proyecto que propone cambiar el vocabulario para que sea una “unión legal entre dos personas”.

Los opositores reaccionaron con sorpresa a los cambios propuestos, sobre todo a la utilización de la palabra matrimonio.

“La institución del matrimonio, como la conocemos, no se puede dejar morir tranquilamente,” dijo Jean-Louis Plouffe, del Consejo de de Obispos Católicos de Ontario. Además, anunció que el consejo apelará la decisión de la justicia de Ontario a la Corte Suprema.

Oposición

“Queremos que la definición del matrimonio se mantenga como una definición heterosexual,” dijo Derek Rogusky, presidente de Foco en la Familia, otro grupo involucrado.

El 17 de junio, el Primer Ministro Jean Chretien declaró que el gobierno federal no apelaría la decisión de la corte provincial, y que iba a redefinir el matrimonio.

Pero la Corte tendrá su influencia en el proyecto de ley presente. Oficiales del departamento de Justicia le pidieron ayer consejos a la Corte Suprema con respecto a tres preguntas.

Si el proyecto de ley se ajusta a la Carta de Derechos y Libertades en la Constitución canadiense.

Si sería posible proteger los deseos de las religiones que no quieren casar a los homosexuales sin contrariar a la Constitución.

Y si el matrimonio se encuentra en la jurisdicción legislativa exclusiva del gobierno federal.

La última pregunta se hace porque el gobierno conservador de la provincia de Alberta ha expresado su oposición a este proyecto de ley. Su ministro, Ralph Klein, ya advirtió que no permitirá los matrimonios homosexuales, aún legalizados con un estatuto federal.

Al final, aunque usa la palabra “matrimonio”, el proyecto de ley presente no obligará a las iglesias a casar a los homosexuales si no lo desean. Pero hay algunas denominaciones cristianas que ya permiten casarlos, como la Iglesia Metropolitana Comunal de Toronto y la Iglesia Unida de Canadá.

Desde la decisión de la Corte de apelación de Ontario, más de cien parejas del mismo sexo se han casado. “Por fin”, dijo Joyce Barnett, que se casó en junio con su polola Alison Kemper. “Es nuestra relación con el resto de la comunidad la que se siente diferente”.

Svend Robinson, diputado homosexual del parlamento canadiense, tambien aplaudió el proyecto, que calificó de histórico. Pero dijo que el gobierno se demoró mucho en llegar a este punto, y que sólo aconteció por el impulso de las cortes.

Según los últimos sondeos efectuados, el 54 % de la población canadiense aprueba los matrimonios del mismo sexo.