La Prensa (Panamá)
4 de marzo, 2004

La biotecnología, campo minado


Por Jennifer Ross
"Pienso que las comunidades de nuestros países tienen el derecho a evitar tanto un mercantilismo ciego, como también una investigación que no tenga parámetro social alguno." -- Presidente Ricardo Lagos.
"Puede ser que estemos creando un tipo de colonización científica regulatoria."

-- Roger Hull, John Innes Centre.

CONCEPCIÓN, Chile. —El presidente chileno Ricardo Lagos aplaudió las promesas de los conocimientos biotecnológicos, pero advirtió que se está creando un monopolio peligroso en la propiedad intelectual, este martes, en la apertura del Primer Foro Global de Biotecnología, en Concepción, Chile.

“¿Cómo a través de la biotecnología damos un gran salto en nuestra productividad? ¿Y cómo, al mismo tiempo, impedimos que los saltados por encima seamos nosotros, los de América Latina?”, preguntó Lagos. “Por eso es tan importante la cooperación internacional.”

Lagos dijo que la biotecnología es la clave para el desarrollo futuro de los países pobres, y los alentó a desarrollar sus propios conocimientos para no ser explotados los países desarrollados que han dominado los avances biotecnológicos.

“Si no tenemos la capacidad de generar nuestros propios conocimientos y nuestras propias avances en materias de conocimiento intelectual, entonces seremos dependientes de las patentes que importamos de otros centros,” dijo Lagos.

Lagos apoyó la idea de establecer bienes públicos, para que la naturaleza no pueda ser toda patentada.

Dio el ejemplo de un agricultor que ha producido duraznos toda su vida y encuentra que hay una variedad que tiene mucho éxito al nivel mundial, pero cuando se acerca a la compañía internacional que tiene la patente, aquellos solo le permiten sembrar cinco hectáreas y le exigen un porcentaje de las ganancias.

“Pienso que las comunidades de nuestros países tienen el derecho a evitar tanto un mercantilismo ciego, como también una investigación que no tenga parámetro social alguno. Y sobre temas que son literalmente vitales para todos nosotros,” dijo Lagos, apoyando la responsabilidad ética en la investigación biotecnológica.

Parte de la meta del foro es que los reguladores de los países participantes puedan, para el cierre de la conferencia mañana viernes, llegar a acuerdos y crear regulaciones internacionales.

Más de 76 delegaciones están participando en este foro sobre la biotecnología y su uso, desarrollo y aplicaciones en el mundo en vías de desarrollo.

Lagos, es seguro, no fue el único que lamentó esta ausencia.

El científico inglés Roger Hull, del Centro John Innes, dijo que los países del tercer mundo han sido excluidos durante mucho tiempo, y ya es hora de que una conferencia así los incluya en este debate que los afecta directamente.

“El tercer mundo ha sido excluido de los discursos importantes cara a cara. Esto me preocupa muchísimo por las estructuras regulatorias que cree el mundo desarrollado sin ellos. Puede ser que estemos creando un tipo de colonización científica regulatoria”.

Pero no todo fue negativo. Por su parte, el ejemplo de Cuba se presentó como un modelo para los países en desarrollo, siendo una nación pobre, pero que ha alcanzado avances importantes biotecnológicos desde los años 80, específicamente en el desarrollo de vacunas y farmacéuticos.

Luis Herrera Martínez, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, dijo que esto ha sido fruto de un empeño nacional de gran dimensión y gran financiamiento. Dijo que se pudo concretar en un plan estratégico que se ha consolidado en un desarrollo armónico, de tal modo que hoy la biotecnología está por ser el cuarto sector económico más importante del país. Y aún tiene confianza que lo mejor todavía no se ha visto.

“Los grandes resultados que hemos logrado van a lograr su fruto en los próximos dos a tres años,” dijo Herrera Martínez.